LE VOYAGE DAFT PUNK

El tema que a continuación daré ocurrió exactamente en la madrugada del lunes 1º de setiembre o como coloquialmente se dice en algunos barrios sub urbanos de Lima “de domingo para lunes”; lo que narrare es mas que una vivencia, es un echo real, para mi histórico, para mi alucinante, para mi querido porque me hizo retroceder 8 años atrás y recordar a lv (disculpen por las iniciales en minúscula) una queridísima ex enamorada mía, realmente linda, realmente simpática, realmente deseada en el colegio (en aquellos tiempos) hoy que tengo veintiuno, realmente retrocedí hasta esa época esa noche de una manera muy especial y como solamente pude haber retrocedido con MUSICA.

Aquello con lo que los griegos y romanos hacían sus orgías y consideraban un don divino y un exclusivo regalo de los dioses direccionados en la calle Olimpo; aquello que David hacía y por lo que casi le cuesta la vida ante Saúl, uno de los artes mas antiguos del mundo y tal vez el mas hermoso, bueno pues yo me sentí como aquellos griegos y romanos, como David tocando el arpa la diferencia estaba en la melodía, yo no escucharía ese tipo de cosas, en primer lugar porque yo no sabía que hacer ya que era la madrugada; el amanecer casi se daba y estaba aburrido por que estaba insomne algo en mi cerebro había segregado un liquido por quedarme despierto hasta las tres a propósito y me imposibilitaría contraer el sueño a la hora que a mi me diera la gana, así que insomne, aburrido, sin poder prender la tele y el Internet por que estaba con los ojos irritados e hinchados luego de haber trabajado, y haber visto mis últimos minutos de descanso televisión, busque la manera de distraerme y pensé ¿la radio? no solo la escuche a volumen alto además todo es feeling a esta hora, ¿salir a caminar? ¡Estás cojudo! entonces (con una pose de anime japonés mismo mongo, el dedo índice levantado y con una gota de sudor por detrás de mi cabeza) me dije a mi mismo escuchare mi mp4, el aparato digital mas sensible que había visto en mi vida, lo tome me coloque los audífonos y luego de haber escuchado a aerosmith, Lenny kravitz, rhcp, y demás éxitos rockeros ochenteros y noventeros, después de un zandungeo único con el reguetón de wisin & yandel; rakim & kem-Y, el daddy, calle 13, y el sabor de una rica salsa de willie colon, rey Ruiz, latin brothers, marc Anthony, llegue a una categoría musical que siempre me había afanado la vida, y que me llamaba la atención, no solo por sus componentes sino también por todo lo que aquella melodía me inspiraba al cerebro; vi mi lista de las canciones de aquella agrupación y eran mas de veintiuno -“genial”-dije entre mi.

Daft Punk, mi grupo de música electrónica favorito, los hijos de Francia oriundos de la ciudad luz de Paris, aquel grupo que a mis trece años me demostró uno de los espectáculos audiovisuales mas inolvidables junto con pearl jam con su “do the evolution”, o los gorillaz y su baile con gorilas del tamaño de kin kon en un redundante, sonoro e hipnotizante “clean eastwood”, o su bomba invertida en 19-2000; pero estos señores, eran mas completos, mas etéreos, muy por encima del resto, su estilo house, era lo que hacia enloquecer mis sentidos, a mi y a lv, pero sobre todo lo que sus imágenes decían como, sus dibujos de anime japonés de ellos mismos, de color azul, en una nave espacial, viajando en no se que nave espacial, ni en que galaxia, vagabundeando por el universo llevando el rastro del Sena, por la mancha lechosa, o tal vez mas allá; cantando sobre un amor digital o cibernético, o tratando de escapar de seres desconocidos, raptores mas exactamente de una fiesta rave en un planeta que me imagino queda a la vuelta de Marte; y bueno pues escuchando su tercera canción mire por mi ventana y vi mi cochera y la poca luz que entraba a ella y me dije de regreso, me recosté, y retrocedí hasta la primera canción de su lista y sencillamente fue hermoso, juro que casi lloro, juro que nunca antes en mi vida había sentido el cielo tan espacial, ni a mi techo de cielo raso con tantas estrellas, juro que a pesar de nuestro frío invierno limeño y yo estar en polo de manga corta nunca sentí frío, juro cerré los ojos y ante mi propia mente voló, mi propio espíritu salio, y reconocí el olor del ozono, y ver mi casa desde el espacio, solo así yo vi a través de mis ojos, no se donde diablos estaba, si en la luna, o en alguna maldita luna de Júpiter, o tal vez mas allá del sol, pero todo era luminiscente, habían estrellas púrpuras, azules, de color turquesa, de color azul, que lindo!, que hermoso, graciosamente bello, me encanta, me gusta, me fascina nunca dejo de pensar en aquella noche, fue un orgasmo espacial, que ni la chica a la que le di mis sentimientos haciendo el amor me hizo sentir (jajaja), yo un muchacho de veintiún años y con muchos sueños encima, y tanta ciencia encima mío, pensé que esto podría ser cierto, jamás estuve atado al éxtasis, nunca probé la burundanga pero Dios mío ni tu mismo me hubieras podido prohibir tomarme esas dos drogas de un solo porrazo con una buena copa de trago barato de las Malvinas en ese momento, mi diversión fue inspirada cada vez mas y mas y las nebulosas del extra mundo, en ese momento recién pude ver a las nebulosas recorrer mi habitación me sentí como un caballero del zodiaco, tal vez seiya al hacer el meteoro de Pegaso, o shiriu al hacer el dragón ascendente, yoga con su polvo de diamantes; pero bueno lo real era este sonido, este sonido salido de los pianos, de las computadoras, que se moderaba con el bit o sonido gradual de fuerza; de su inspiración, en ese momento recordé alguna palabras en francés : “France merci! Merci pour la musique électronique” aunque no cantaban en francés, cantaban en ingles, sus dibujos casi asiáticos nada europeos, y sus letras mas celestiales, así como sus videos de resurrección de personas que se convertían en ángeles, y de combates extraterrestres; una de las pocas cosas que los definían como francos eran que los seres de los dibujos eran azules, y sus verdes campos y bosques, en fin, ahora y siempre brindo con un buen vino de la región de Marsella. Dieu Bénisse Daft Punk.

Mariano López (abuelo)